“La juventud esta perdida”. ¿Cuantas veces escuchamos esa frase? ¿Cuántas lo asentimos? ¿Cuántas veces asociamos la adolescencia (sobre todo a las nuevas generaciones) con la estupidez generalizada?
Estos días, sentí orgullo y admiración al ver a los alumnos enfrentar las cámaras y a los periodistas y exponer sobre sus reclamos y problemas para recibir una educación pública digna.
Los medios de comunicación, han hecho hincapié en la toma de los colegios y poco nos informaron sobre las causas de las mismas. No mostraron las falencias que los jóvenes denuncian, por lo tanto desde la distancia gobierna la desinformación. Ante esto, no puedo caer en el facilismo de pensar que dichas medidas de fuerza y en 20 colegios distintos se deben a una picardía infantil ó con el único fin de no tener clases.
El gobierno de
Además noto al Sr. Macri, preocupado por otras cuestiones (véase su supuesta campaña presidencial ó seguir con su influencia en el club Boca Juniors) cuando semana tras semana tiene un problema distinto: escuchas ilegales, derrumbes y poco control sobre las construcciones y ahora las escuelas tomadas y las clases paralizadas.
Como mis estudios y formación se la debo a la educación pública, en la cual nunca tuve problemas de tipo infraestructural ni nada por el estilo, no puedo más que solidarizarme con aquellos que luchan por sus derechos.
Que lindo fue ver y escuchar como explicaban la situación; la altura para responder a algunos periodistas que buscaban exponer al ridículo al estudiantado.
Que satisfacción saber que hay chicos de 16, 17 años que no están idiotizados con Showmatch o videojuegos y si están unidos para defender algo que nos compete a todos, porque la educación pública la debemos resguardar entre todos.
Ojalá sus reclamos sean escuchados, porque los beneficios no serán solo para ellos, sino que también los gozarán las generaciones futuras que asistan a dichos establecimientos.
En Córdoba todavía estudiamos y recordamos a Deodoro Roca y Arturo Orgaz, universitarios reformistas del
( Deodoro Roca leyendo el Manifiesto Liminar de la Reforma Universitaria)