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viernes, 23 de abril de 2010

Un Nuevo Invento Argentino

En el siglo XIX Andrés Tejeda inventaba la maquina hiladora (1813), 115 después Ángel Di Césare y Alejandro Castelvi, inventaban el colectivo; mucho mas cercano en el tiempo (1983) Mario Dávila daba "luz" al primer semáforo para ciegos del mundo. (sin contar el famosisimo dulce de leche cuya autoría algunos se la dan a Juan Manuel De Rosas, ni la birome nacional).

Todo ello nos enorgullece como nación, pero hoy en en siglo XXI desde nuestro gobierno han creado un nuevo invento que va en dirección contraria a lo que sucede en el mundo.

Su inventor?¿?; el Secretario de Comercio: Guillermo Moreno.









Bueno, expliquemos por parte; en todas las economías, existen remedios (parciales o no) contra la inflación: reducir el gasto público, no emitir moneda sin respaldo, congelar ciertos precios, etc. No soy economista para decir cual es mejor o peor, pero en nuestro querido País, ninguno de ellos fue aplicado, sino que se utilizo un nuevo y gran invento Argentino: Negarla, no aplicar ninguna medida, porque para los expertos no existe, "en la Argentina no hay inflacion"; "es un re-acomodamiento de precios", quizá el origen de este remedio lo podemos encontrar en la imaginaria Londres de George Orwell descripta en su libro 1984, si el Gran Hermano decía que era de día, no importaba si los camaradas veían alumbrar a la luna, era de día porque así lo quería y decía el GH.

Lo cierto de todo esto, es que quienes habitualmente concurren al supermercado, se dan cuenta que el dinero no alcanza y que no tiene el poder adquisitivo que semanas o meses atrás tenia; no inflemos el pecho si se suben un 9 % las jubilaciones, o un 15 % a los maestros. El valor real del sueldo de todos los asalariados en la Argentina se cae a pedazos día tras día.

La política-económica de redistribución de la riqueza suena muy bonita (incluso la comparto), no nos olvidemos que hace 15 años, se pensaba que: "Hay que llenar el vaso de unos pocos, para que cuando rebalse, alcance al resto"; lo que nos dejo la nefasta consecuencia de que esos pocos se llevaron todo (con la famosa e imaginaria historia de los camiones blindados hacia Ezeiza días antes del corralito bancario) y el país estallo.
Así es como hoy, esa política que gritan a cuatro vientos, se ve frustrada por la inflación que afecta, como ya lo dijimos a la clase media y baja de nuestra población.
No podemos seguir negándola, esta latente todos los días, en todos los bolsillos argentinos. Seguir diciendo lo de re-acomodamiento de precios, ya suena burdo y hasta estúpido. No hay peor ciego que el que no quiere ver, dice un sabio refrán popular, sera hora que desde el gobierno abran los ojos y actúen. Basta de negarla.

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